¿Desarrollo Sostenible o Decrecimiento Sostenible?

Desarrollo sostenible2

Hace un tiempo que inicié un curso en la plataforma online Coursera. Gracias a Marina y a un título que llama a mi atención “The Age of Sustainable Development”, comence lo que sería una herramienta de tortura para mi mente. El curso buenísimo y el Dr. Sachs así cómo la Columbia University hacen referencia a que es un magnífico curso on-line, pero mi mente se retuerce entre los planteamientos y las teorías que Sachs cuenta a través de los videos y escritos semanales.

Partiendo desde la irrebatible verdad de que desde la Revolución Industrial (año 1750), los humanos nos hemos multiplicado como los panes y los peces; sabiendo que la población mundial es 10 veces mayor que en el principio de dicha era, Sachs plantea los retos del siglo XXI y las dificultades y posibles soluciones para que vivamos en un mundo ético y justo.

Actualmente “nuestro” planeta esta repartido entre 7,2 billones de personas. Una de cada siete personas vive en riqueza económica, cinco de cada siete, son lo que es comúnmente llamamos clase media, y una de cada siete vive en pobreza económica. Esta clasificación la da el Banco Mundial y se mide por la famosa Producción Nacional Bruta (PNB).

Antes de la Revolución Industrial la producción económica en el mundo era más o menos uniforme, no habían muchos países muy ricos ni muchos demasiados pobres. Dice Sachs que todos eran económicamente pobres pues no había la tecnología ni el conocimiento para producir y cuidar la tierra para que diera suficiente comida para la población local. Tampoco existían los avances tecnológicos de ahora y la población sufría más enfermedades intratables.

Es desde la Revolución Industrial,  que Inglaterra comienza a despuntar tecnológicamente y su riqueza la sigue proporcionalmente. Cómo una onda expansiva, los países vecinos se contagian y se suman al barco de lo que empieza a ser la era capitalista. Los años de gloria tecnológica Europea invaden en forma de colonialismo una África aún rural.

A finales de la segunda guerra mundial, el mapa Africano se tiñe de colores europeos que junto a la tecnología dejaron a una África social y culturalmente destruida. Algo similar sucede con Ásia dónde, sobre todo, el imperialismo inglés se beneficia de los recursos de Ásia para hacer crecer su riqueza.

En aquella época y debido a las consecuencias de la segunda guerra mundial, nace la idea de los tres mundos geopolíticos;

-El primero formado por los vencedores de la guerra: Estados Unidos, Europa y Japón.

-El segundo, la Unión Soviética y China.

-El tercero: los países previamente colonizados.

El llamado tercer mundo, países que son menos desarrollados tecnológicamente, por lo tanto, menos económicamente ricos, quieren emprender su rumbo hacia la industrialización. Iniciando un modelo de desarrollo basado en la copia de occidente que precederá a la Globalización.

Sachs, al igual que muchos economistas de nivel, fundamenta sus argumentos en que el llamado tercer mundo tiene que obtener un crecimiento del nivel de los países del primer mundo. Un gran ejemplo de esto es la moda de China que tiene una tasa de crecimiento del 7% y se ha acercado al modelo Estadounidense abriendo los mercados y beneficiándose de la Globalización.

Pero Sachs, al igual que muchos de sus compañeros estudia la otra cara de la moneda y dice que aunque tenga que existir un crecimiento, este tiene que ser sostenible. De aquí es que surge el concepto de Desarrollo Sostenible.

¿Y que es, según Sachs, el desarrollo sostenible?

Desarrollo económico, inclusión social, sostenibilidad medioambiental y buena gobernanza.

Figura 1: Edición propia basada en los conceptos aprendidos en el curso “The Age of Sustainable Development” de la universidad de Columbia. La imagen muestra los cuatro inputs que nos pueden llevar a un Desarrollo Sostenible.
 

Me gustaría subrayar que muchas veces la palabra desarrollo, se emplea como sinónimo mal utilizado de crecimiento económico. Es el lobo disfrazado de oveja. El lobo no tiene porqué ser malo pero no le llamaría lobo si no se creyera que es malo.

Más allá de debatir si el crecimiento económico es necesariamente bueno o no, si bien, el modelo asiático de moda puede presumir de este, no luce o cojea bastante de las tres otras partes de la suma.

Es mi opinión que en un escenario capitalista es muy difícil que las cuatro partes de la suma incrementen proporcionalmente, puesto que el interés y los recursos que se invierten en la primera parte (desarrollo económico) es muy desproporcionada a las otras.

Las empresas están motivadas por el desarrollo económico y a modo general, cumplen con la segunda y la tercera parte de la suma si hay leyes que lo requieran. Los gobiernos (cuarta parte) son los que se encargan de inventar dichas leyes pero son muy pocos los gobiernos que enseñan un buen ejemplo. Además, en este mundo globalizado hay una amistad intensa entre las grandes compañías y los gobiernos.

Así, creo que la voluntad tiene que salir de la gente y de las pequeñas y medianas empresas. Los ciudadanos y organizaciones privadas tenemos, sobre todo, influencia en las tres primeras partes de la suma. A demás,a través de nuestro consumo diario podemos potenciar un tipo de políticas u otras. Como ya he dicho en otras ocasiones, no es cierto que votemos cada cuatro años sino que votamos cada día dependiendo de dónde nos gastamos nuestro dinero. Así, además de potenciar las empresas que tienen en cuenta la inclusión social y el medio ambiente, también estamos dando un mensaje al Gobierno.

Por último, señalar que los datos apuntan que esos 7,2 billones de personas que habitamos el planeta “se convertirán” en 8 billones en 2024 o 2025. En este escenario, me pregunto cuán lógico es seguir creciendo económicamente (incremento del PNB).

En este blog ya hemos hablado antes de la idea de decrecimiento y es que en un planeta finito, no podemos crecer indefinidamente. Así, creo que en algunos puntos del planeta ya no se trata de crecer sosteniblemente sino quizá de decrecer sosteniblemente.

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